sábado, 16 de abril de 2011

Uper

El ruido de tractores socava mi temperamento,
La arteria a mi corazón va debajo de la ciudad,
En mis tripas se facturan dominican murder stories,
Mi corazón es de fon, hijo de Billy The Kid.

Mi cara es un océano,
Mi cuerpo un charco de azufre,
mis zapatos son caminos donde se pierde la ciudad,
me yergo como montaña desconocida del hombre.

Mis palabras saben tanto como Los Liliputienses,
No hay modo de repetirlas sin llevar la frente al cielo,
Mis ojos son las minas de Barba Roja,
De mis dientes saben sólo los más grandes asesinos.

Déjame ver qué otros cielos escondo inagotables,
Qué drogas de colección no encontraba Omar Kayán,
Mis músculos y mis huesoss, mis palabras, mi cerebro
Y mis nervios son el cetro de otro mundo que vendrá.

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