jueves, 14 de julio de 2011

Soledad para este corazón

Este corazón no encuentra dueña,
Teme las segundas citas como sogas al cuello,
Mira los senos firmes como islas descubiertas,
Casi no habla, le pesan siglos los dolores ajenos.

Sabe muy bien cómo besar sin ropa,
Odia las abultadas monjas y sus demonios tristes,
Poseé millones de maravillas en pipitas de mota,
Viaja tanto que dondequiera le abren catre o hamaca.

Cuando se va los días son siglos y las noches bestias,
son calizos su nave, las estrellas le guían y le llevan las olas,
No habla, canta verdades, nadie sabe su nombre, su memoria es basura,
No pasa una noche sin recordar una hembra, sin encontrar otra.

La última vez llegó seguido por una manada de rubias,
Venían amontonadas detrás de él desde la playa,
Eran más de mil, en El Pico y Te Jinco pidió una cerveza,
Una vieja renca le voló la cabeza, dicen que era su madre.

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