Al Este Borinquen,
el mar ocupa una franja, más acá
las mujeres bailan o achican ganado,
todo el mundo huye como si mató,
la juventud hace puñales y yolas.
El Norte es hablar cada vez más recio,
hay mujeres hermosas como electrodomésticos,
con la boca se habla y se goza,
la imaginación es de allí
y los cibaeños son de Nueva York.
El Sur es una carretera de chivos y mar
donde se habla Español y Patois,
un desierto pequeño de mujeres
claras y oscuras como el guano,
los hombres son aguaceros sedientos
y a veces llueve, y a veces no llueve.
El Oeste no existe más allá,
es un vocablo en Patois o Español,
como Duvergé, como La Camiona,
una mezcla pura en todas partes negada
y de todas formas vivida.
Inspirador, Homerito!
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