En el librero muchas hojas sueltas
Con poemas que nunca encuentro.
Un poema en una hoja en blanco
Es tan salvaje como un bronco,
Listo para correr, saltar, arquearse, cocear,
Sacudirse, frenar, suspenderse y patear en el aire,
Levantarse en dos patas y girar y saltar y girar hasta tumbarte.
Un poema en una hoja 8 1\2 por 11
Es tan salvaje que no es una tontería
Ponerse casco, tenis, copa, rodilleras y coderas para editarlo.
Uno aprende trucos como todo montador de skateboard
E igual que ellos al final uno depende más del impulso vital
Que de toda la experiencia adquirida.
Un poeta de más de sesenta años
Leyendo sus poemas en público en hojas 8 y ½ por 11
Es como un rinoceronte en una cristalería,
De nada sirve hablarle ni hacerle preguntas,
Lo mejor es alejarse y dejarlo triturar todo.
Si este hecho irracional te obligó a pensar
Aunque sólo sea en tu nombre,
¡Corre, corre, corre y nunca lo digas a nadie!
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