Despierto sin amor, respirando café.
La ciudad es hostil,
sus apagones hieren,
sus ladrones son policías,
sus fósforos, bomberos.
Uno veía el camión rojo a toda velocidad:
Uno veía el camión rojo a toda velocidad:
capas, guantes, caras y cascos como en un tendedero,
la sirena a todo dar y las luces como un gran
incendio.
Héroes hambrientos, fantasmas muy
humanos,
oficiales chamuscados del recuerdo.